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La corrupción con los remedios de personas con discapacidad y el supuesto rol de lavador de una figurita repetida en escándalos de todos los gobiernos: Sergio Mastropietro
Sería menos grave. Tomarle la leche al gato, digo. Porque para afanar con los medicamentos de personas con discapacidad y de familias vulnerables sin pensiones ni cobertura de salud -como las madres de siete hijos o los mayores de 70 años en situación de pobreza- hay que ser un terrible hijo de puta. Pero es eso, sí, de lo que se acusa al ex director de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) y abogado personal de Javier Milei, Diego Spagnuolo, y a otras 22 personas, entre funcionarios, empresarios, intermediarios y lavadores, en una causa de presunta corrupción que lleva en su carátula el nombre del Presidente de la Nación.

Así surge del dictamen por el cual el fiscal Franco Picardi solicitó esta semana indagatorias, detenciones, allanamientos y otras medidas de prueba. La sospecha es que desde que asumió Milei en diciembre de 2023 hasta que saltó todo por el aire en octubre pasado, Spagnuolo junto a otros funcionarios y a un grupo de intermediarios, empleados y propietarios de droguerías y prestadoras de medicamentos e insumos "integraron una organización delictiva a los fines de cometer ilícitos que les permitió obtener amplias sumas de dinero de manera indebida". Transformaron a la ANDIS, dice Picardi, en un "centro de operaciones de diversas actividades ilícitas". Eso, en mi barrio, se llama asociación ilícita.
¿Cómo operaban? Primero, direccionaban procesos de compras de medicamentos, insumos y tecnologías médicas a determinadas droguerías y proveedores sin garantizar los principios básicos de concurrencia, competencia y transparencia. Los funcionarios estaban directamente vinculados a las empresas, a tal extremo que los privados operaban desde adentro de la ANDIS, dando órdenes, accediendo a información privilegiada y organizando adjudicaciones y pagos como si fuesen ministros o secretarios de Estado. En un caso, una empleada del laboratorio Roche que había sido directora en ANDIS entre 2018 y 2019 directamente recibió un usuario y una clave de acceso para operar el sistema de gestión de la agencia.
Segundo, siempre según el dictamen fiscal, los funcionarios y los particulares que, desde adentro de la propia entidad pública, direccionaban y ejecutaban las adquisiciones, les realizaban pagos a droguerías y otros proveedores con sobreprecios. Es decir que la ANDIS realizaba compras por montos ya de por sí muy elevados por tratarse de medicamentos, insumos y equipamiento complejo y de difícil acceso sin cobertura médica, pero a lo que pagaba el Estado "con la nuestra", como les gusta decir a Milei y sus libertarios, se le agregaba un sobreprecio para afrontar el costo de la corrupción.
Lo que nos lleva al tercer punto de la operatoria: los retornos. De acuerdo con la investigación preliminar de Picardi, los funcionarios de la ANDIS cobraban pagos indebidos a cambio de los favores que realizaban para los intermediarios y empresarios del sector privado de la salud. Ojo, no hablamos de elucubraciones. No es una idea, una suposición ni una derivación de los famosos audios de Spagnuolo refiriendo al infame 3% para Karina. No, no.
Las conversaciones de WhatsApp extraídas de los teléfonos secuestrados evidencian pagos concretos y puntuales. Por ejemplo, un pago directo a Spagnuolo ordenado por Miguel Ángel Calvete, un sujeto oscuro vinculado a droguerías, ya preso por explotación de la prostitución ajena y padre de Ornella, la inteligentísima funcionaria del Ministerio de Economía a la que le encontraron 700 lucas verdes en la casa, que pretendía justificar diciendo que alguien se los había prestado.

Cuarto, el lavado. Para blanquear los retornos de las droguerías y otros proveedores a intermediarios (como Calvete) y funcionarios (como Spagnuolo), la banda de presuntos delincuentes de la ANDIS echó mano, según el fiscal Picardi, de dos personajes: Alan Pocoví y Sergio Mastropietro. Pocoví es hijo de la ex pareja de Zulemita Menem. Mastropietro no es Johann Sebastian, el compositor de Les Luthiers, aunque parece compartir con él que toca siempre la misma música, a la que sólo le cambia la letra.

Para la fiscalía, el dinero ilegal producido con las maniobras en la ANDIS se movía en operaciones (remisión de efectivo, transferencias bancarias, emisión de cheques) que, analizadas en forma global, podrían constituir lavado de activos. Pocoví, dice Picardi, recibía dinero de Miguel Ángel Calvete y de otras personas vinculadas a ortopedias y a la provisión de insumos. Todo se desprende de conversaciones por WhatsApp en las que incluso acompañan comprobantes de transferencias.
"De los mensajes de Whatsapp se advierte que Alan Pocoví y Miguel Ángel Calvete movilizaban en forma regular importantes sumas dinerarias en moneda local y estadounidense, y que parte de los fondos recibidos por Alan Pocovi serían invertidos en criptomonedas mediante la aplicación Neblockchain”, explica el fiscal en su dictamen. ¿Qué es esa aplicación? La billetera virtual de "Sur Finanzas", una empresa de servicios de pago cuyo dueño, Maximiliano Vallejo, de fuertes vínculos con Claudio "Chiqui" Tapia, aparece mencionado en otra investigación por lavado.
Pocoví pareciera ser un personaje más bien novedoso, posiblemente acercado a los negocios de la ANDIS por su relación con los Menem, constructores y guardianes del universo Karina. Recordemos que el escándalo mediático se conoció por unos supuestos audios de Spagnuolo refiriendo que Eduardo "Lule" Menem y Karina se llevaban un retorno del 3% de las adjudicaciones de la agencia. Figurita nueva. Nola.
Pero la de Sergio Mastropietro, en cambio, late repe hace muchos, muchos años. No tantos como la de mi amigo Leo Scatturice, que también les va a todas, pero hace rato. La última que se le conoció antes de esta participación estelar en ANDIS fue haber sido quien presentó a Espert con Federico "Fred" Machado, el narco recientemente extraditado a Estados Unidos. Como conté a principios de octubre, la reunión se hizo en el San Isidro Golf los primeros días de marzo de 2019.

Ahora, apenas un mes después, el fiscal Picardi dice que: (a) el falso compositor de Marcos Mundstock estuvo al menos dos veces con Miguel Ángel Calvete y su pareja en la casa de Spagnuolo; (b) que constituyó una sociedad con otra de las involucradas (y en el mismo domicilio que una de las principales beneficiarias de los negociados de ANDIS); (c) que aparece en los cuadernos manuscritos secuestrados en el domicilio de Calvete; y que (d) de las amistosas conversaciones por WhatsApp entre el proxeneta preso y Mastropietro se desprende que este último, a través de las firmas Baires Jets S.A. y Baires Fly S.A., movilizaba fondos tendientes a su blanqueo, facturándoles servicios fantasma de traslados aéreos a las droguerías y proveedoras de la ANDIS amigas del poder.
¿Cómo cree la fiscalía que operaban? Se apoderaron del organismo, desde donde dirigían las contrataciones, inflaban los precios y ordenaban los pagos. Luego, las empresas giraban el retorno en blanco a las firmas de Mastropietro por viajes no sólo no realizados sino que nunca se realizarían y el hombre, compositor de una sola música, entregaba esa guita cash a Calvete, previo descuento de su "comisión", quien a su vez la usaba para pagar las coimas, vaya una a saber hasta qué nivel.
Digo yo, no sé. Andá a saber quién es él o la "KM" mencionada por Calvete (agendado con el nombre de "Carmelavivaldi" para despistar a los investigadores porque es toda gente realmente muy inteligente) cuando le dijo a su también brillante hija Ornella (la que quería justificar 700 lucas verdes diciendo que se las habían prestado) que "con el 3% para KM está perfecto".

En fin, ¿por qué late repe Mastropietro? Porque no sólo caminó las calles de Fred Machado y ahora las de la ANDIS. También apareció mencionado en la causa Skanska (la primera del kirchnerismo) a través de una empresa denominada "Sol Group", que supuestamente fungía como una de las usinas de facturas truchas para blanquear sobornos. ¿Sabés quién se supone que era el socio de Mastropietro en "Sol Group"? El Colo Santilli. Mamita, qué par de pájaros los dos.
Mastropietro sonó, además, en el enriquecimiento ilícito del ex Secretario de Transporte kirchnerista Ricardo Jaime, con relación a la compra de un avión por parte de su testaferro, Manuel Vázquez. Ah, y el falso compositor tiene también una larguísima historia de relaciones comerciales y personales con el clan Macri y con otros satélites como los Colunga en sus negocios aéreos (Avianca-Avian, Hangares de Buenos Aires, etc.).
Nada nuevo bajo el sol. Business as usual. Como Leo Scatturice, un supuesto ex servi que de casualidad estuvo asociado a un tipo imputado en la causa de la mafia de la aduana y a otro procesado en la embajada paralela con Venezuela y que de la noche a la mañana apareció viviendo en Miami cual millonario experto en seguridad, tecnología y sarasa mientras hacía negocios suculentos con el PRO en la ciudad (sobre todo en Educación) y ahora con LLA en la Nación, a la par que se convirtió en el nuevo dueño de Flybondi (otra vez los aviones) y en el intermediario oficial de la SIDE en Estados Unidos.
Todas casualidades. Nada raro. Siempre los mismos nombres. Los mismos tipos. Incluso, muchas veces, las mismas empresas. ¿La Justicia no lo ve? O sea, lo vemos en los medios, lo sabe toda la Argentina, lo encuentra cualquiera en Google, pero ¿los que llevan adelante los expedientes no? ¿La Corte no? ¿La Procuración General de la Nación no? ¿La rambo argentina Patricia Bullrich, supuesta gran luchadora contra el narco no? ¿El Ministerio de Justicia no? ¿El FBI, la NSA, la OCDE, la UNODC y otros vende humo internacionales que vienen a explicarnos cómo luchar contra el crimen no? ¿Nadie? ¿Hello? ¿Se cortó?
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