
Federico Taiano es socio del ahijado político y de la mano derecha de Cristian Ritondo mientras su padre tiene planchada una causa por enriquecimiento ilícito contra el diputado. La Justa habló con el hijo del fiscal.
Eduardo Taiano es fiscal federal desde 1993, antes de que hubiera concursos. Vieja guardia. No vamos a hacer un repaso de su carrera ni de sus vínculos, amistades y cercanías en ese tugurio de impresentables que persiguen impresentables al que hemos dado en llamar "Comodoro Py". Googleen. Está todo ahí. Lo que sí vale la pena recordar es su costumbre de no investigar, de procrastrinar o de no apelar sobreseimientos en determinados casos en los que se juega el poder real de la Argentina.

Corre el año 2005. Taiano interviene en una denuncia por enriquecimiento ilícito contra Néstor Kirchner por el período 1995-2004. El juez Julián Ercolini (otro que se hizo el abanderado de la lucha contra la corrupción post-2015 como si nadie se acordara de su pasado) lo sobresee. Sin peritajes. Sin analizar sus declaraciones juradas patrimoniales. Nada. Pa' su casa, Néstor. Taiano no apela. Consiente el sobreseimiento. Le parece bien. Un fiscal que no apela un sobreseimiento, digo siempre, es un delantero que no hace goles. Un Cavani. Salvo que haya algo demasiado ostensible, una violación de derechos evidente, una falta de prueba absoluta, una ridiculez completa, apelar un sobreseimiento es, para un fiscal, casi una obligación.
En ese primer round, se filtró a los medios que a Taiano le habían secuestrado al hijo. Era lunes. El fiscal iba rumbo a su despacho con el plazo procesal al borde del vencimiento para definir qué hacer con el fierro caliente que le había tirado el juez Ercolini. En el camino lo llamaron para avisarle que su hijo Federico nunca había llegado a la profesora particular de matemáticas. Lo habían levantado desde un auto en Santa Fe y Pueyrredón. Le preguntaron si era hijo del fiscal, lo pasearon unas horas y lo dejaron cerca de la casa de un familiar. Taiano, por supuesto, no apeló. La Justa habló con Federico Taiano, quien explicó que su interpretación del hecho -que denunció formalmente ante una unidad fiscal especial- fue que se trató de un secuestro express al voleo y que cuando vieron quién era (por una tarjeta del padre que llevaba encima) lo largaron. Lo demás, dijo, son elucubraciones de la época.
En el segundo round, Taiano se olvidó de apelar otro sobreseimiento, esta vez por el enriquecimiento de Néstor y de Cristina Kirchner por el período 2005-2007. El juez era Canicoba Corral. "Canicoima", le decían. Y el tercero (¡sí, hubo tercer round!) estuvo a cargo del célebre Norberto Oyarbide. Es la infame causa del peritaje de Víctor Manzanares, el contador de los Kirchner que ahora funge como arrepentido en la causa de los cuadernos. Se debía investigar el presunto enriquecimiento patrimonial del matrimonio presidencial por el período 2008. La Oficina Anticorrupción (cooptada por el Poder Ejecutivo, como siempre) se negó a investigar. Oyarbide sobreseyó con un informe técnico de los peritos de la Corte Suprema realizado sólo con acceso a los papeles de trabajo del contador Manzanares. Una verdadera joda. El Cuerpo de Peritos se disolvió por irregularidades. Taiano, once again, no apeló.
No es de extrañar, pues, que el fiscal esté demorando causas sensibles para los Kirchner de estos tiempos, es decir, los Milei. Por ejemplo, la causa por la represión ilegal que dejó al borde de la muerte al reportero gráfico Pablo Grillo. Taiano tardó meses en lograr el procesamiento del gendarme que efectuó el disparo y apenas por lesiones gravísimas, no por tentativa de homicidio. A Bullrich, autora del protocolo antipiquetes y cabeza operativa del obrar antijurídico de las fuerzas federales, ni se la menciona. O la causa $LIBRA, en la que una querella lo recusó por sospechas de que no conduce la investigación con objetividad y que está protegiendo al gobierno. Según los denunciantes de la criptoestafa que involucra al Presidente Milei, el fiscal rechaza sistemáticamente medidas de prueba solicitadas por los damnificados y por la Comisión Investigadora del Congreso. Y otro tanto ocurre, según veremos, con la causa por enriquecimiento ilícito contra Cristian Ritondo.
Federico Nicolás Taiano tiene 39 años. En 2005, cuando sufrió el secuestro express, tenía 18. Poco después entró a trabajar al juzgado federal de Ariel Lijo, muy cercano a su padre. Llegó al cargo de oficial (casi el último orejón del tarro). De allí pasó, en 2012, a cargos públicos, políticos y ahora corporativos muy relacionados, casi siempre, con Cristian Ritondo. Fue asesor en la legislatura porteña cuando el ex barra de Chicago era vicepresidente; pasó por la Corporación Buenos Aires Sur (desde hace larguísimos años en manos de punteros del ritondismo en la zona sur de la ciudad); fue director provincial en dos cargos distintos del ministerio de seguridad bonaerense a cargo de Ritondo durante el gobierno de Vidal; fue concejal del PRO en Escobar; titular de un área de bienes decomisados en la AABE, la agencia que administra los bienes del Estado, ya en tiempos de Milei; y ahora funge como consultor experto (anda a saber en qué) para una empresa de Frank Holder, el ex CIA que aparece en algunos tramos de la investigación que hizo este medio sobre el empresario favorito del gobierno libertario, Leonardo Scatturice.

Según el hijo del fiscal, todas esas oportunidades laborales se dieron por relaciones con amigos. Nada que ver con su padre ni con Ritondo. Un amigo me presentó a Fulano. Un amigo de un amigo me llevó a un evento. Un amigo de la vida me contactó con Mengano. Pero cuando le preguntás de dónde es cada amigo, cómo se conocen, en dónde los cruzó la vida, no se acuerda.
A la legislatura lo llevó, me dijo, Matías Pantanali, amigo de un amigo. ¿Quién es? Es el hijo de Ester "Niti" Iglesias, una histórica militante de la comuna 8 (puntera, dirían si se olvidaran de que, además de peronista, Ritondo es el titular del bloque del PRO en la Cámara de Diputados). Dicen que fue clave en el ascenso político de Pucho, quien, recordamos, arrancó como barra de Chicago.


Niti fue funcionaria en la Corporación Buenos Aires Sur y en la legislatura. Su hijo es el actual vice de la orga para el desarrollo (muchos signos de preguntas) que maneja el clientelismo de la zona y que, como las comunas, llena de militantes y amigos el payroll de esta bendita ciudad. Matías también anda en las vicisitudes de Nueva Chicago. Y es el ahijado político de Ritondo. Se refiere a él como su "jefe", su "amigo", alguien con quien ha compartido "toda una vida". Lo mismo ocurre con Niti, quien le deja mensajes públicos al diputado en los que firma "tu amiga de toda la vida".




Bueno, resulta que Federico, el hijo del fiscal Taiano que debe investigar a Ritondo por enriquecimiento ilícito en el marco de una denuncia que hizo HACE UN AÑO Mónica Frade, de la Coalición Cívica, luego de una tremenda investigación periodística de Emilia Delfino para elDiarioAR, Federico... es socio de Matías Pantanali. Su amigo, como le dijo a La Justa. El que, según él, lo llevó a la legislatura, en donde le presentó a otro muchacho del que vamos a hablar enseguida. El 07/03/22, Taiano, Pantanali y un tercer socio (Claudio Sosa Iglesias, medio hermano de Matías) conformaron la sociedad "M y C hermanos SRL", vinculada a la venta de carne. "Compramos una franquicia de RES", explicó Federico ante consultas de este medio, "y hace poco se la revendimos a la misma marca".
Hay otra firma en el mismo rubro. Se trata de "La Olímpica del Sur SRL", creada el 06/07/23 entre Taiano y Lucas Aschlacher, otro hincha de Chicago, amigo de Pantanali y empleado de la comuna 8, guiño-guiño. Y Pantanali, ya sin Taiano, maneja desde el 27/05/24 "Franquicia de Carnes S.A." con otro empleado de la ciudad, Carlos Damián Federico. Tienen varios locales de carnes premium. Tal vez aprendieron del asunto en Mataderos. Andá a saber. Taiano es de Barracas. Y seguro que Ritondo no tiene nada, absolutamente nada que ver con estos negocios. Nada.
Siempre según Federico, fue ahí en la legislatura que Pantanali, su amigo de un amigo al que no recuerda cómo conoció, le presentó a otro Matías... Ranzini. Matías Ranzini. ¿Quién es? Es la mano derecha de Ritondo. Hasta hace cinco minutos, jefe de bloque del PRO en la Cámara de Diputados bonaerense. Es uno de los privilegiados que entraron como directores del Banco Provincia con sueldos millonarios en la infame negociación entre Kicillof y LLA/PRO para aprobarle el presupuesto al gobernador.
¿A cambio de qué? De carguitos para los amigos. Uno se lo llevó Ranzini porque se le terminó el mandato como legislador provincial y Ritondo tenía que acomodarlo en algún lado. Antes, durante su estadía como ministro de seguridad de Vidal, Ranzini fue su virtual viceministro. El cargo se llamaba formalmente "Subsecretario de Asuntos Institucionales". ¿Sabés a quién tenía de subalterno allí Ranzini? Al bueno de Fede Taiano, director provincial primero de protección ciudadana y luego de relaciones con la comunidad.
Pues resulta ahora que con Ranzini también son socios. Taiano, digo. El hijo del fiscal que desde hace un año tiene planchada la causa de enriquecimiento ilícito contra Ritondo. Parece joda, pero no. Sólo es otro día más en la Argentina. Federico Taiano y Matías Ranzini crearon una sociedad el 22/05/20, al terminar sus gestiones en 2019: "RT Consultores y Asociados SRL". ¿Por qué "RT"?, le preguntó La Justa al hijo del fiscal. Fácil: por Ranzini y Taiano. No sean mal pensados, que acá Ritondo tampoco tiene nada, nada, nada que ver. Y, según Fede, tampoco tienen nada que ver ni Ritondo ni Ranzini en una sociedad de nombre casi homónimo que él mismo creo poco después, el 24/09/21, en el imposiblemente opaco estado de Delaware en USA: "RT Strategies LLC", a la que el 01/10/21 le abrió una sucursal en Washington DC.
"Le puse el mismo nombre porque venía de armar la SRL con Ranzini e iba a ser sencillo acordarme", le indicó Taiano a este medio. La sociedad en Delaware y su branch en Washington, agregó, no tuvieron actividad cuentas ni bienes a su nombre. "La abrí porque me mudé a Washington por razones familiares y pensaba hacer algo laboral, pero al final no se dio". Le pregunté, por supuesto, por qué abrió una LLC en Delaware para trabajar en Washington, pero el hijo del fiscal (desconozco sus estudios), supuesto experto en ciberseguridad, bienes decomisados y otras yerbas de las que quien suscribe no sabe nada de nada de nada, me dijo "no sé exactamente cómo funciona eso, le pagué a alguien que me armó la sociedad y es la misma empresa, pero no sé por qué se abrió en Delaware". Ajá, quedamo' así, experto.
La sociedad se cerró en 2024, señaló Federico, antes de asumir en la AABE, adonde, según dijo, también llegó por un amigo de sus tiempos en la Corporación Buenos Aires Sur: Nicolás Pakgojz, titular del área con Milei que acaba de dejar la agencia para asumir como legislador porteño por LLA. ¡Pucha que tiene amigos contactados el hijo del fiscal Taiano, che! Y fue, finalmente, otro amigazo, Güido Fracardi (creo que le agregan la diéresis para distinguirlo del modelo ex novio de, nos ponemos de pie, doña Karina Olga Jelinek), un ex analista de la AFI en tiempos de Macri que ahora trabaja para el ex CIA Frank -amigo de Leo Scatturice- Holder.

La cosa es que el amigo Güido, el ex SIDE a quien, me explicó Fede, el hijo del fiscal federal Taiano, tampoco recuerda cómo conoció, Güido, digo bien, lo invitó un día allá por marzo de este año a un evento del IEFA (International Economic Forum of the Americas) en Buenos Aires. Federico estaba buscando trabajo en Washington, de nuevo por razones familiares. Y en ese evento tuvo la increíble suerte de que su amigo Güido le presentó al mismísimo Frank Holder. Que Güido fuera un ex SIDE y que él fuera el hijo del fiscal federal Eduardo Taiano son hechos de la obtusa realidad que no tuvieron nada, pero nada, absolutamente nada que ver con el encuentro ni con que, dos meses más tarde, Federico Taiano estuviese en Washington contratado como consultor experto por "Holder Partners LLC". "Trabajo en research corporativo y estoy aprendiendo; hice un curso de ciberseguridad", le dijo Taiano a La Justa. "¿Un curso en dónde?", pregunté, pero no hubo respuesta.

Así estamos, país. Si Taiano debe o no excusarse o ser recusado en los términos del art. 71 del Código Procesal Penal (y, por tanto, del art. 55 que regula las causales de inhibición de los jueces) lo dejo, como dijo la ya mencionada prócer Jelinek, a tu criterio. Si me preguntás a mí, ¿qué duda cabe, Mamá Cora?

Les dejo, como siempre, el link a la documentación completa de la investigación por si ven algo que yo no vi. Y no se olviden de que La Justa no recibe pauta de ningún gobierno, de empresas públicas o mixtas, de sindicatos ni de empresas de servicios públicos o vinculadas al juego.
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